Jesús, ando buscando
tu Reino,
Desde que te recibí
por primera vez,
Ando buscando tu
Reino.
Ahora, cada vez que
me llamas a tu encuentro cada Domingo,
Voy,
Porque sigo buscando
tu Reino.
Te busco a ti, pero
me siento cómo aquel joven rico, que hace 2000 años atrás,
Se encontró contigo,
Tú, le miraste, luego
le amaste y al fin le respondiste,
“DÉJALO TODO Y
SÍGUEME ”
¿Cuántos jóvenes
ahora, 21 siglos después, nos sentimos así?
Que nadie nos mira,
nadie nos ama, que nadie nos responde…
Jesús, los jóvenes
tenemos SED DE TI, MUCHA SED DE TI.
Sed de esa agua, de
la cual hablaste a la samaritana,
SED DE AMOR INFINITO,
DE TÚ AMOR INFINITO.
No dejes que nos
arrastre la corriente de lo “efímero”,
Jesús, No quiero
vivir en corrientes superficiales,
NO, porque no me
llenan.
Quiero vivir en las
profundidades que anhelan mi corazón,
Allí, dónde tú estás
esperándome.
Jesús, los jóvenes
tenemos muchas corrientes, la corriente de la desesperanza,
la injusticia, el no
reconocimiento,
las competencias que no sacan lo mejor de mí,
Sino que me
destruyen, y conmigo, a mis hermanos.
La corriente del
falso amor, de los caprichos,
Las apariencias, de
la pereza y del “ahora no tengo tiempo”.
Señor, hoy te llamo
como Pedro,
Cuando te gritaba
desesperado: “Maestro!”
Mientras que sentía
que se ahogaba por todas esas corrientes que nos
Arrastran lejos de
tí,
Pero Señor, tú ahí
estabas, para agarrarle de la mano,
Para SOSTENERLE, para
SOSTENERME.
Contigo Señor, no nos
podemos hundir,
En todo caso inundar,
inundarnos de tus corrientes de Amor y Gracia,
Que todo lo esperan,
Que todo lo pueden,
Y que todo lo
alcanzan.
Señor sí, yo veo tu
Reino,
en los misioneros que
dejaron todo por Tí y están con nosotros,
por los que están en
la otra parte del mundo llevando tu Evangelio.
Veo tu Reino en la
sonrisa del sacerdote,
En la delicadeza con
la cual, te sostiene entre sus manos,
Cuando te haces
presente en cada Eucaristía.
Veo tu Reino en los jóvenes que
somos valientes y decimos que NO
A las corrientes del
mundo,
Para seguir las
TUYAS.
Señor, veo tu Reino
en la curiosidad de los niños,
Cuando aprenden cosas
nuevas de Tí,
SU AMIGO FIEL.
Veo tu Reino en la
soledad de mi abuela,
Que se torna en
sonrisa cuando vamos a verla.
Veo tu Reino, en la
infinita paciencia de Javier
Su saber estar, la
paz que transmite,
Y que me lleva a Ti.
En los ojos de mi hermano,
que, buscan tu Reino,
En los abrazos y
escucha a mi padre, que busca tu Reino,
En el Amor infinito
de mi madre, Encuentro Tú Reino.
Señor, veo tu Reino,
lo que nos SUEÑAS,
Lo que nos AMAS,
GRACIAS
SEÑOR POR TU REINO!
E.S
e IRENE MARÍA +
Siete Aguas (Valencia) julio 2019.