sábado, 2 de julio de 2022

Florecilla a los pies de la Cruz

 

Mi querido Jesús,

hazme florecilla a los pies de la cruz.

 

Es ahí donde yo quiero vivir

para que no me olvide que he venido a servir.

 

A tus pies Jesús

quiero yo estar

para que no me olvide que sin ti

no puedo amar.

 

A tus pies Jesús

como María y Juan

que te acompañaron con dulce amor

hasta el final.

 

Mi querido Jesús

hazme florecilla a los pies de la Cruz.


Al alma seca, riégala

Y al que no te quiere, regálale tu bondad.

A mi madre la Iglesia

llénala de caridad,

que no seamos tibios

y nos sepamos siempre dar.

 

Mi querido Jesús

hazme perseverar,

En esta tierra del Calvario

llena de tu paz.

 

Mi querido Jesús,

hazme humilde y dócil a tu divina voluntad,

para poder decir a las almas

que eres todo: Verdad, Bondad y Caridad.

 

Mi Divina Majestad,

clavado y humillado en la cruz

para la salvación de toda la humanidad.

 

Jesús

Allí yo quiero estar

Viviendo a tus pies

para los demás.

 

Irene María. ES +

jueves, 7 de mayo de 2020

Caricias a María


Benditas sean tus dulces manos,
que sostienen a Jesús entre tus brazos.
Benditas sean tus dulces manos,
que me sostienen cuando me caigo.

Son tus manos las que me arropan
en los días malos.

Son tus manos las que me acarician
sin descanso.

Bendita sea tu inmensa ternura
que me sobrepasa todos los días.

Bendito sea tu Santo Rosario,
las 50 flores favoritas de María
que unen cielo y tierra todos a una.
Sensibilidad al corazón de María,
oración escondida por todas las almas a la deriva.

Bendita sea tu entrega escondida
que se preocupa de llenar las vasijas vacías de mi vida.
Colmándolas de los Santos frutos de
tu mirada compasiva;
Caridad, pureza y alegría!

Bendita sea tu sonrisa
que ilumina nuestra vida.

Lucero de caricias

Mar de gracias

Lirio de vida

Estrella sencilla

Madre de inmensa ternura

ORA PRO NOBIS!

viernes, 13 de marzo de 2020

No quiero más tesoro que tu Cruz



Jesús bueno,
hoy serás clavado en el madero,
¡Dulce árbol dónde la Vida empieza,
con un peso tan dulce en su corteza!

Jesús bueno,
gracias por cargar con el madero
¡para la Salvación del mundo entero!

Jesús,
¡No quiero más tesoro que tu Cruz!

Cruz de Encuentros…
Con el ladrón, Verónica y el Cirineo…

Cruz de Anhelos…
De cumplir la Voluntad del Padre,
Aún cundo ibas flagelado,
Humillado y sin aliento….

Cruz de Vida…
Por la que brotaron,
Agua y sangre,
desde tu costado abierto….


Cruz de Esperanza…
De saber “esperar” con Ella,
“Madre, ahí tienes a tu hijo,
Hijo, ahí tienes a tu Madre”.
Jesús, nuestra Madre Buena,
Que en su corazón traspasado nos acoge sin fronteras.


Cruz de entrega...
por cada uno de los corazones
que tú amaste desde siempre.

Cruz Paciente…
Jesús, Tú Amor es cómo del que hablaba San Pablo,
No aprieta, es suave y bueno,
Respetando siempre nuestros tiempos.

¡Cruz de Amor Ardiente!
Es imposible mirarte ahí arriba,
Clavado, despojado…
¡Y no quererte!

Irene María E.S. 

Cuaresma 2020.

sábado, 27 de julio de 2019

Jesús, ando buscando tu Reino.



Jesús, ando buscando tu Reino,

Desde que te recibí por primera vez,

Ando buscando tu Reino.

Ahora, cada vez que me llamas a tu encuentro cada Domingo,

Voy,

Porque sigo buscando tu Reino.

Te busco a ti, pero me siento cómo aquel joven rico, que hace 2000 años atrás,

Se encontró contigo,

Tú, le miraste, luego le amaste y al fin le respondiste,

“DÉJALO TODO Y SÍGUEME ”

¿Cuántos jóvenes ahora, 21 siglos después, nos sentimos así?

Que nadie nos mira, nadie nos ama, que nadie nos responde…

Jesús, los jóvenes tenemos SED DE TI, MUCHA SED DE TI.

Sed de esa agua, de la cual hablaste a la samaritana,

SED DE AMOR INFINITO, DE TÚ AMOR INFINITO.

No dejes que nos arrastre la corriente de lo “efímero”,

Jesús, No quiero vivir en corrientes superficiales,

NO, porque no me llenan.

Quiero vivir en las profundidades que anhelan mi corazón,

Allí, dónde tú estás esperándome.

Jesús, los jóvenes tenemos muchas corrientes, la corriente de la desesperanza,

la injusticia, el no reconocimiento,

 las competencias que no sacan lo mejor de mí,

Sino que me destruyen, y conmigo, a mis hermanos.

La corriente del falso amor, de los caprichos,

Las apariencias, de la pereza y del “ahora no tengo tiempo”.

Señor, hoy te llamo como Pedro,

Cuando te gritaba desesperado: “Maestro!”

Mientras que sentía que se ahogaba por todas esas corrientes que nos

Arrastran lejos de tí,

Pero Señor, tú ahí estabas, para agarrarle de la mano,

Para SOSTENERLE, para SOSTENERME.

Contigo Señor, no nos podemos hundir,

En todo caso inundar, inundarnos de tus corrientes de Amor y Gracia,

Que todo lo esperan,

Que todo lo pueden,

Y que todo lo alcanzan.

 

Señor sí, yo veo tu Reino,

en los misioneros que dejaron todo por Tí y están con nosotros,

por los que están en la otra parte del mundo llevando tu Evangelio.

Veo tu Reino en la sonrisa del sacerdote,

En la delicadeza con la cual, te sostiene entre sus manos,

Cuando te haces presente en cada Eucaristía.

 

                Veo tu Reino en los jóvenes que somos valientes y decimos que NO

A las corrientes del mundo,

Para seguir las TUYAS.

 

Señor, veo tu Reino en la curiosidad de los niños,

Cuando aprenden cosas nuevas de Tí,

SU AMIGO FIEL.

 

Veo tu Reino en la soledad de mi abuela,

Que se torna en sonrisa cuando vamos a verla.

 

Veo tu Reino, en la infinita paciencia de Javier

Su saber estar, la paz que transmite,

 Y que me lleva a Ti.

En los ojos de mi hermano, que, buscan tu Reino,

En los abrazos y escucha a mi padre, que busca tu Reino,

En el Amor infinito de mi madre, Encuentro Tú Reino.

Señor, veo tu Reino, lo que nos SUEÑAS,

Lo que nos AMAS,

GRACIAS SEÑOR POR TU REINO!

 

E.S e IRENE MARÍA +

Siete Aguas (Valencia) julio 2019.

Poema dedicado; A la Cruz Palpitante.




Jesús, todos te buscan,

y muchos aún no lo saben.


Jesús, yo te busco

pero aún no sé dónde encontrarte.


Me hablaron de una Estrella,

que guiaba a los que iban a adorarte.


Jesús, me hablaron de Ella

que creyó cuando no creía nadie.


Sí Jesús, mi Madre Buena,

que tú, me regalaste.

En aquel día que dijo "así sea", y Tú, todo lo transformaste,

todo se hizo en Ella,

que creyó sin cuestionarte.


Gracias Señor por Ella,

que me guió como la estrella,

hasta el suelo de aquella tarde.

Esa tarde en la que Ella,

se convirtió en Nuestra Madre.


Madre de todos los corazones,

por los que Tú te entregaste.


Jesús desde aquel día nada volvió a ser como antes,

atravesaron tus entrañas,

donde corrían agua y sangre,

y allí se derramó,

un Amor tan Grande,

que al mundo le cuesta imaginarse.


Pero yo ya sé dónde encontrarte,

no hace falta más que subir al monte

de Tu preciosísima Sangre,

para saber que los corazones,

no pueden cesar de buscarte.


Y no descansarán,

hasta encontrarte.


ES. e Irene María +.
Segovia, julio 2018.

Poema al Corazón palpitante de Amor.



Qué habrá allí; ¿Qué tienes Señor?,

El corazón del hombre, te conozca o no,

No puede pasar desapercibido ante tanto Amor…

 

Qué habrá allí; ¿cómo lo haces, Señor?

Escondido detrás de oro, madera u hormigón,

Tú estás allí, esperándonos…

 

Qué habrá allí; ¿por qué nos esperas con Amor?

Detrás de esa puerta, se esconde, todo tu Perdón…

 

Qué habrá allí; ¿por qué nos llamas Señor?

Tú quieres ser Camino, Verdad y Vida,

De este pueblo al que miras con amor.

 

E.S e IRENE MARÍA +

Madrid, Octubre 2017.