sábado, 27 de julio de 2019

Jesús, ando buscando tu Reino.



Jesús, ando buscando tu Reino,

Desde que te recibí por primera vez,

Ando buscando tu Reino.

Ahora, cada vez que me llamas a tu encuentro cada Domingo,

Voy,

Porque sigo buscando tu Reino.

Te busco a ti, pero me siento cómo aquel joven rico, que hace 2000 años atrás,

Se encontró contigo,

Tú, le miraste, luego le amaste y al fin le respondiste,

“DÉJALO TODO Y SÍGUEME ”

¿Cuántos jóvenes ahora, 21 siglos después, nos sentimos así?

Que nadie nos mira, nadie nos ama, que nadie nos responde…

Jesús, los jóvenes tenemos SED DE TI, MUCHA SED DE TI.

Sed de esa agua, de la cual hablaste a la samaritana,

SED DE AMOR INFINITO, DE TÚ AMOR INFINITO.

No dejes que nos arrastre la corriente de lo “efímero”,

Jesús, No quiero vivir en corrientes superficiales,

NO, porque no me llenan.

Quiero vivir en las profundidades que anhelan mi corazón,

Allí, dónde tú estás esperándome.

Jesús, los jóvenes tenemos muchas corrientes, la corriente de la desesperanza,

la injusticia, el no reconocimiento,

 las competencias que no sacan lo mejor de mí,

Sino que me destruyen, y conmigo, a mis hermanos.

La corriente del falso amor, de los caprichos,

Las apariencias, de la pereza y del “ahora no tengo tiempo”.

Señor, hoy te llamo como Pedro,

Cuando te gritaba desesperado: “Maestro!”

Mientras que sentía que se ahogaba por todas esas corrientes que nos

Arrastran lejos de tí,

Pero Señor, tú ahí estabas, para agarrarle de la mano,

Para SOSTENERLE, para SOSTENERME.

Contigo Señor, no nos podemos hundir,

En todo caso inundar, inundarnos de tus corrientes de Amor y Gracia,

Que todo lo esperan,

Que todo lo pueden,

Y que todo lo alcanzan.

 

Señor sí, yo veo tu Reino,

en los misioneros que dejaron todo por Tí y están con nosotros,

por los que están en la otra parte del mundo llevando tu Evangelio.

Veo tu Reino en la sonrisa del sacerdote,

En la delicadeza con la cual, te sostiene entre sus manos,

Cuando te haces presente en cada Eucaristía.

 

                Veo tu Reino en los jóvenes que somos valientes y decimos que NO

A las corrientes del mundo,

Para seguir las TUYAS.

 

Señor, veo tu Reino en la curiosidad de los niños,

Cuando aprenden cosas nuevas de Tí,

SU AMIGO FIEL.

 

Veo tu Reino en la soledad de mi abuela,

Que se torna en sonrisa cuando vamos a verla.

 

Veo tu Reino, en la infinita paciencia de Javier

Su saber estar, la paz que transmite,

 Y que me lleva a Ti.

En los ojos de mi hermano, que, buscan tu Reino,

En los abrazos y escucha a mi padre, que busca tu Reino,

En el Amor infinito de mi madre, Encuentro Tú Reino.

Señor, veo tu Reino, lo que nos SUEÑAS,

Lo que nos AMAS,

GRACIAS SEÑOR POR TU REINO!

 

E.S e IRENE MARÍA +

Siete Aguas (Valencia) julio 2019.

Poema dedicado; A la Cruz Palpitante.




Jesús, todos te buscan,

y muchos aún no lo saben.


Jesús, yo te busco

pero aún no sé dónde encontrarte.


Me hablaron de una Estrella,

que guiaba a los que iban a adorarte.


Jesús, me hablaron de Ella

que creyó cuando no creía nadie.


Sí Jesús, mi Madre Buena,

que tú, me regalaste.

En aquel día que dijo "así sea", y Tú, todo lo transformaste,

todo se hizo en Ella,

que creyó sin cuestionarte.


Gracias Señor por Ella,

que me guió como la estrella,

hasta el suelo de aquella tarde.

Esa tarde en la que Ella,

se convirtió en Nuestra Madre.


Madre de todos los corazones,

por los que Tú te entregaste.


Jesús desde aquel día nada volvió a ser como antes,

atravesaron tus entrañas,

donde corrían agua y sangre,

y allí se derramó,

un Amor tan Grande,

que al mundo le cuesta imaginarse.


Pero yo ya sé dónde encontrarte,

no hace falta más que subir al monte

de Tu preciosísima Sangre,

para saber que los corazones,

no pueden cesar de buscarte.


Y no descansarán,

hasta encontrarte.


ES. e Irene María +.
Segovia, julio 2018.

Poema al Corazón palpitante de Amor.



Qué habrá allí; ¿Qué tienes Señor?,

El corazón del hombre, te conozca o no,

No puede pasar desapercibido ante tanto Amor…

 

Qué habrá allí; ¿cómo lo haces, Señor?

Escondido detrás de oro, madera u hormigón,

Tú estás allí, esperándonos…

 

Qué habrá allí; ¿por qué nos esperas con Amor?

Detrás de esa puerta, se esconde, todo tu Perdón…

 

Qué habrá allí; ¿por qué nos llamas Señor?

Tú quieres ser Camino, Verdad y Vida,

De este pueblo al que miras con amor.

 

E.S e IRENE MARÍA +

Madrid, Octubre 2017.